No pueden faltar en nuestra dieta mediterránea los garbanzos, uno de nuestros clásicos “de cuchara” que gusta a toda la familia. ¡Protagonista de los irrenunciables cocidos o como guarnición! Cada vez están más de moda en la cocina vanguardista, por sus posibilidades atemporales, textura y sabor.
Un plato lleno de salud y sabor, que contiene:
- Fibra: facilita la actividad intestinal y ayuda a la prevención del cáncer.
- Ácido Fólico: en los primeros meses de embarazo, favorece el crecimiento de los tejidos del embrión.
- Fitoestrógenos: que actúan como barrera protectora frente al cáncer de mama.
- Folatos: ayudan en la circulación sanguínea y evitan enfermedades cardiacas.
- Isoflavonas: alivian los trastornos de la menopausia.
- Magnesio: protege al organismo del estrés y enfermedades cardiosaludables.
- Y además, en los diabéticos, controla los niveles de glucosa en sangre.
Unos consejos...
- Para mantener sus propiedades durante más tiempo, consérvalos dentro de su propio envase, en el que debes fijarte si lleva nuestro corazón amarillo para asegurarte la mejor calidad.
- También puedes echar imaginación a tus ensaladas, utilizando los garbanzos cocidos que llevan el sello de Tierra de Sabor.
Sabías que…
Los garbanzos de Fuentesaúco destacan por su máxima calidad. Amparados por Tierra de Sabor, es una legumbre autóctona que se siembra en 21 términos municipales del sureste de la provincia de Zamora. Su almacenamiento y elaboración además se amplía a la comarca de La Armuña (Salamanca). Desde hace más de 500 años conserva sus características: piel blanda, albumen mantecoso y sabor agradable.
Datos nutricionales cedidos por gentileza de la Agrupación Legumbres de Calidad.